En esto últimos días el tránsito de los vehículos agrícolas de los ganaderos están produciendo daños al pastizal del Monte Valonsadero, en especial cuando se salen de los caminos para evitar las rodadas y producen otras nuevas cuando el suelo está encharcado, alterando así la vegetación precisamente en aquellos puntos donde está es más peculiar, como son las zonas húmedas temporales.
Este tipo de agresiones, y otras, las está sufriendo el Monte Valonsadero que está tutelado por varias figuras de protección y gestión pública: es un Monte de Utilidad Pública que está incluido en la Red de Áreas Naturales Protegidas con la catalogación de Zona Natural de Esparcimiento, es un Lugar de Interés Geológico y Bien de Interés Cultural y además tiene un gran aprecio social.
El aprovechamiento ganadero de Valonsadero es un uso deseable, pero su carga ganadera debe ser la adecuada a las características edáficas, ecológicas y productivas de las unidades de ordenación en que debería estar dividido, y estar regulada con un condicionado para que tal aprovechamiento contribuya a la mejora ecológica del monte, y a reducir sus posibles efectos negativos; como son: ubicación de cebaderos o sesteaderos en zonas sensibles, sobrecarga o excesiva estancia en ríos y zonas húmedas, el sobrepisoteo en zonas que perjudican al arbolado. El tránsito de los vehículos vinculados al aprovechamiento ganadero también se debe hacer bajo un condicionado para no producir daños que son evitables, y en especial para evitar el paso cuando el suelo está encharcado.
Los daños de las rodadas los han comprobado socios de ASDEN al menos en la zona del Bustarejo y los Castillejos, al Noroeste del Pinarcillo, y han sido producidos por tractores que en estos días se han desplazado por fuera de los caminos, a pesar de que en la zona hay caminos con zahorra que les permiten acceder a gran parte del monte.
Valonsadero es uno de los espacios con más vigilancia de la provincia: tienen a los Agentes Medioambientales de la Junta de CyL y a dos Agentes del Ayuntamiento, y es paso frecuente de los Agentes del Seprona, a pesar de lo cual se siguen observando deficiencias en su gestión y control, que deberían haberse resuelto hace años. En la Asociación ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria, nos preguntamos ¿Si esto pasa en Valonsadero, qué es lo que estará pasando en otros montes que quedan a desmano?.
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