El proyecto del parque eólico Ambil, que contempla la instalación de 6 aerogeneradores de 7,00 MW cada uno, sumando una potencia total de 42,00 MW, se encuentra actualmente en información pública hasta mañana, martes 29 de julio de 2025, según el BOCyL del 16 de junio de 2025. Este anuncio ha generado preocupación a asociaciones ecologistas y habitantes de la zona, quienes alertan sobre las graves deficiencias en su estudio de impacto ambiental y los potenciales efectos negativos en una zona ya saturada de instalaciones energéticas.
El proyecto Ambil se suma a la creciente proliferación de parques eólicos en el Moncayo soriano, una zona que ya acoge algunos de los parques más antiguos de la provincia (Sierra del Madero, Toranzo y Tablado), instalados hace más de 25 años bajo políticas ambientales que fueron excesivamente permisivas. Ahora, la intención es ocupar las faldas exteriores de estas sierras, lo que podría generar una barrera para el paso migratorio de la fauna y una saturación paisajística sin precedentes.
Falta de planificación y duplicidad administrativa
Una de las principales críticas es la ausencia de un plan de ordenación territorial que delimite la potencia y ocupación espacial de estos proyectos, así como un reparto más equitativo de los beneficios económicos con los menores impactos ambientales posibles. Un ejemplo de esta desorganización es la sorprendente tramitación, en la misma ubicación del proyecto Ambil (tramitado por la Junta de Castilla y León), de otro parque eólico denominado Los Llanillos. Este último, con 17 aerogeneradores y 112,2 MWn de potencia total, tiene abierto un expediente de Declaración de Impacto Ambiental con el Ministerio de Medio Ambiente, una «aberración jurídica» que evidencia una competición entre administraciones en lugar de una colaboración para garantizar los mayores beneficios ambientales y sociales.

Impactos ambientales críticos ignorados
La asociación ASDEN-Ecologistas en Acción considera que el proyecto Ambil tiene una serie de deficiencias ambientales graves que deberían conducir a una Declaración de Impacto Ambiental negativa, tal y como esta organización ha expresado en sus alegaciones
● Afección a aves esteparias: La zona de instalación de los aerogeneradores es de enorme interés para especies como el sisón común, el alcaraván común, la avutarda europea, la ganga ortega y el aguilucho cenizo, que crían en la zona. El estudio ambiental del proyecto, sin embargo, «evita su correcto estudio, omitiendo identificar su verdadero impacto».
● Entorno lagunar: El proyecto se sitúa en las proximidades del complejo lagunar de Ciria-Borobia-Noviercas, de gran interés hidrogeológico y crucial para aves esteparias y migratorias, un área que requeriría un proyecto de restauración y regeneración propio.
● Efecto barrera migratoria: Aunque el proyecto evalúa su efecto barrera sobre la migración y dispersión de la avifauna, reconociendo que la zona es un importante corredor migratorio, «falla en el estudio y análisis del efecto sinérgico con otros proyectos», lo que agrava el impacto en todo el sistema ibérico soriano.
● Cuello de botella en la evacuación: Las líneas de evacuación hacia la estación transformadora del Moncayo confluyen en el Estrecho del Araviana, donde ya existen dos líneas de alta tensión y hay muchas más en proyecto. Una planificación adecuada debería unificar estos tendidos para minimizar sus efectos.
● Cartografía ambiental deficiente: La cartografía ambiental de la Junta de Castilla y León califica la zona como de «incidencia media» para grandes aves planeadoras, a pesar de la presencia de un muladar, de que es una zona histórica de campeo frecuente y ser un paso clave entre colonias de cría del Moncayo y zonas de alimentación del llano soriano. Además, no considera la presencia frecuente de buitre negro ni la reciente cría de quebrantahuesos en la frontera con Zaragozaa escasos kilómetros.
● Uso indebido de vías pecuarias: El proyecto utiliza las vías pecuarias para el tránsito de maquinaria, un uso no agrícola que perjudica al ganado y a otros usos compatibles, además de los valores ambientales de estas vías.
● Contaminación por vertidos: El estudio de impacto ambiental omite la emisión de grasas, aceites e hidrocarburos durante la vida útil del parque (25-30 años), que se vierten sobre terrenos agrícolas y vegetación natural. Para ASDEN se debería aplicar la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para conocer su efecto tóxico y responsabilizar de su descontaminación al titular de la instalación.